LA GRAN AUSENTE
Concierto para la mano izquierda en re
de Maurice Ràvel
Esta única mano, la izquierda,
resquebraja
la tensión del silencio.
Mis dedos en catarata van relatando su
dolor
por la compañera ausente, esa ira del ser distinto,
potencias de la
voluntad contra un destino guadaña,
la alegría del encuentro de cinco dedos que
se
bastan a sí mismos y este triunfo del sonido
colmando vacíos.
¡Qué pleno mi pecho después de la
última nota,
pulsada por un dedo de esta mano solitaria!
La aparto con
reverente lentitud de piano,
sonrisa horizontal que me regala la vida generosa.
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Gracias por tu comentario. Lidia