martes, 18 de junio de 2019


OBSESIÓN ESTÉTICA

         Silvia se mira en el espejo largo rato. Recorre pausadamente su rostro con las manos tratando de detectar anormalidades subcutáneas imperceptibles a la vista; ejercita sus músculos para retrasar la aparición de arrugas. Como se lo enseña a otras en su programa por cable sabe bien qué hacer. Se coloca lociones y cremas para mantener el cutis sano. Y por fin, prueba los últimos maquillajes que salieron a la venta. Tiene el cabello fuerte, brillante y dócil y esto le permite cambiar el peinado varias veces y quedarse con el que le sienta mejor. En el cuarto se detiene unos minutos ante el espejo de cuerpo entero observándose de frente, de perfil, de espaldas (de paso ejercita los músculos del cuello), verifica las medidas para controlar que su estricta dieta continúe dando buenos resultados; pasa entonces a probarse la ropa que usará esta noche, o mañana por la mañana. Conecta la plancha y deja impecable la pollera, el pantalón, la camisa o el suéter. Elige la bijou que se acomoda mejor al estilo que va a llevar. Termina justo a tiempo para tomar su baño de inmersión con espuma y aceites. En la bañera practica ejercicios modeladores y reafirmantes y al terminar se ducha rápidamente con agua fría para estimular los capilares. Su madre, modelo profesional, le enseñó desde la niñez todo lo necesario para ser eternamente joven y bella.
              Silvio (nombre que le habían puesto al nacer) no consiguió nunca que su padre la considerara una mujer, como lo hacían todos los demás.



Escritosdemiuniverso

Este blog es como ese universo que construyo día a día, con mis escritos y con los escritos de los demás para que nos enriquezcamos unos a otros. Siéntanse libres de publicar y comentar. Les ruego, sin embargo que lo hagan con el respeto y la cultura que distingue a un buen lector y escritor natural.



“Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído…”
Jorge Luis Borges



Escritura

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esa pluma que todos hubiéramos querido tener entre nuestros dedos