miércoles, 27 de febrero de 2013

TRAS LA MÁSCARA


TRAS LA MÁSCARA
            De repente esa imagen me resulta extraña. Círculos verde claro como los de ciertos dibujos animados japoneses. Sin las pestañas postizas impresionan como cuadros futuristas, incomprensibles, enmarcados por unos finos arcos dibujados con lápiz negro que no acusan movimiento alguno. Viejas persianas, ahora abiertas con desmesura, sorprendidas. Nunca antes las vi llorando y ahora desprenden gotas densas, pegajosas y negras.
            Sobre el mentón distingo un rojo corazón de rouge, menos ancho que el dedo meñique, ahora manchado de negro y deformado. No sonríe, en cambio percibo el pavor. A simple vista, nadie puede saber si tras esa forma ridícula hay humedades o un vacío interminable y seco. Esa grieta cerrada se abre y estalla en monosílabos agudos tratando de ahuyentar el miedo.
            Arriba, y en esa imagen que dolorosamente se va transformando de a poco, un apéndice inmenso y carnoso con dos agujeros, de los que sobresalen descuidadamente unos finos pelos aún ardiendo de clorhidrato.           
            Dos óvalos heridos de plata 900 sobresalen a los lados de una forma casi calva sobre la que hace instantes descansaba una peluca pelirroja.
            El resto, blanco pálido, talcoso.
            Esa cara en dos dimensiones, hace apenas unos minutos la de un travesti, va a desaparecer en el momento en el que yo, mujer atrapada en cuerpo masculino, apague la luz del baño y deje de mirarme en el espejo.

ILUSIONES

ILUSIONES

Tímido jinete
cabalgo en el lomo
de mundos improbables

Dormida arremeto
venciendo molinos
sueño que madrugo
y que soy canario
trino alimentado
de alpiste y de nombre

Cada amanecer
huesos en ovillo
creo que despierta
desordeno redes
de mundos ajenos

Como hipnotizada
me pienso mujer
madre compañera

Personajes ilusos
componen mi vida

Conciencia tramposa

Durmiente constante
reestrenando eclipses
en cada jornada

Soy tan sólo máscaras

Cuando me recuerdo
sé que nada hago
 y todo sucede




viernes, 22 de febrero de 2013

EL POETA JUAN RAMÓN GIMÉNEZ


Por Juan Ramón Jiménez
YO NO SOY YO
Yo no soy yo.
Soy este
que va a mi lado sin yo verlo;
que, a veces, voy a ver,
y que, a veces, olvido.
El que calla, sereno cuando hablo,
el que perdona, dulce, cuando odio,
el que pasea por donde no estoy,
el que quedará en pie cuando yo muera.
En Segunda antología poética 1898 - 1918
Espasa Calpe

sábado, 16 de febrero de 2013

LO QUE SE DICE CEBANDO MATE



CÓDIGOS
Le sirvió un mate dulce y espumoso. El gaucho Méndez no dijo nada y miró pa’arriba, como desentendiéndose. Sabía, como buen pampeano sureño el significado que tenía: la Rosario estaba muerta de amor por él y le era fiel. Pero el corazón del hombre pertenecía a otra desde ya no sabía cuándo. Mateó él y se quedó oteando las nubes negras que corrían hacia ellos como zaino desbocado. Dijo: —se viene la lluvia—, y le alcanzó el mate frío. La paisana supo que la rechazaba.
—Ahora déme un amargo y váyase pa’dentro; no se me vaya a mojar ni de arriba ni de abajo… Yo ya me voy pa’l rancho; se está haciendo tarde y su hermano no llega.
La paisana no era tonta y pa’rematar la conversación, le dio un mate vacío, (con yerba pero sin agua) dándole a entender que daba por terminada la relación amorosa -que en verdad nunca había empezado-.

sábado, 9 de febrero de 2013

¿VIERON QUÉ DIFICIL ES ESCRIBIR CON FRASES HECHAS Y LUGARES COMUNES?


LA GOTA QUE REBALSÓ EL VASO
¡Ya estoy harto! Soy bueno pero si me buscan puedo perder los estribos. En cambio mi hermano tiene más paciencia que un santo. Se aguanta cualquier cosa. Los que no nos conocen dicen que somos como dos gotas de agua. Pero yo soy duro como piedra, no ando con rodeos y tengo una salud de hierro. En casa me llaman el Diablo. Algunos andan por ahí diciendo que me falta un tornillo. Él, el Santo, en cambio, habla por los codos, a tontas y a locas, se muere de risa de todo pero también llora como una Magdalena, el debilucho.
Estaba lloviendo a cántaros y como no nos dejaban salir a la calle, nos quedamos con los del cole en la pieza, como sardinas en lata. También, éramos ocho. Cuando paró le pedimos permiso a papá para ir a jugar al patio. ¿Y qué hizo? Nos mandó a freír churros. Que si no lo obedecíamos nos iba a poner el culo como un tomate; tiene la mano muy larga y yo no sé por qué pero siempre anda con un humor de perros. Yo puse cara de poker, pero la verdad es que se me hizo un nudo en la garganta: no me gusta quedar como un pelota frente a mis amigos. Mi hermano parecía no tener vela en este entierro,  y siguió contando los mismos chistes verdes de siempre para romper el hielo que se había formado con los gritos del viejo. Estaba diciendo salvamos el pellejo justo cuando entró la abuela a la pieza.
Aunque es más vieja que Matusalén, dijo: ¡Borrón y cuenta nueva, hijo! Hay que tener mucha paciencia con los chicos. El viejo, que es su hijo, puede ser cualquier cosa, pero con la madre se pone como un flan. Ella siempre tiene la sartén por el mango, no sé cómo hace. Y empezó a comernos a besos, y yo secándome la cara porque la sentía mojada y no me gusta; sé que lo hace porque es un pedazo de pan por eso lo aguanto. Además venía con una torta de frutillas y crema para chuparse los dedos. A los chicos se les hacía la boca agua.
La cosa fue así: nos llevó a todos al patio, no vio lo mojado que estaba y se cayó. Gritaba y lloraba todo junto. Yo la escuché decir que arrastra su enfermedad del reuma como una cruz.  Me asusté. Mi hermano también. Fuimos como un tiro a buscar a papá, y la levantó. Menos mal que la abuela tiene más vidas que un gato que si no, estábamos fritos: el viejo que no anda con rodeos, seguro que nos colgaba el sambenito, y la salida al patio nos iba a costar un ojo de la cara: penitencia por dos o tres semanas y prohibido jugar a la pelota después del cole.
Mi hermano que se hace el angelito pero no tiene un pelo de tonto salió diciendo que él se comprometía a cuidar a la abuela hasta que dejara de dolerle. Santas pascuas. Todo resultó bien  al fin y al cabo, pero me sentí como agua de otro pozo; yo, que siempre doy la nota,  tengo que ir con pies de plomo desde ese día. A mi viejo nadie le saca de la cabeza que la abuela se cayó ¿por culpa de quién? Del Diablo 

jueves, 7 de febrero de 2013

SIGO CON LOS APORTES INESTIMABLES DE LAURA

Narrativa tradicional:

Tiempo: Es cronológico. Se especifican las horas, los días de la semana, los meses, los años, la continuidad de las estaciones. El desarrollo del argumento es básicamente lineal.

Espacio: El narrador crea el espacio antes de elaborar la trama. Las descripciones son minuciosas. Nada queda por conocerse. Predomina el espacio abierto.

Principio. El narrador motiva el tema que va a desarrollar. Prepara y ordena desde las primeras palabras los hilos de la trama.

Final: Es cerrado porque todo se ha dicho ya. No se puede deducir ni agregar nada. Es una obra concluida.


Narrativa actual:

Tiempo: Se quiebra el tiempo cronológico. El pasado se alterna con el presente y con el futuro. Avances y retrocesos van creando una especie de caos argumental.

Espacio: El personaje vive el ambiente que lo rodea desde su interioridad. El espacio nace de él. Las descripciones son parcas, imprecisas, predomina el espacio cerrado.

Principio: La obra casi siempre comienza in media res, es decir en la mitad de la acción, cuando ya han ocurrido algunos hechos.

Final: Es abierto ya que carece un final concreto. Habrá tantos finales cuantos lectores la lean. La historia se va escribiendo continuamente.

martes, 5 de febrero de 2013

NARRATIVA TRADICIONAL Y ACTUAL: un aporte muy útil de Laura, compañera del Taller-Palabras

Narrativa Tradicional:

Narrador : Omnisciente, es decir, asume el papel de un Dios que lo sabe todo. Es pintor fiel de la realidad que lo rodea.

Lector: es observador pasivo de los sucesos narrados. Simple receptor. No tiene libertad para sobrepasar los límites precisos que le presenta el narrador.

Trama: Se narra un acontecimiento en que la introducción, nudo y desenlace temático de la historia están claramente definidos. El orden de los capítulos conforman una estructura lineal y cronológica de los acontecimientos.

Personaje: Sabemos todo acerca de él: nombre, apellido, ascendencia, costumbres, trabajo, relaciones. Lo conocemos moral y físicamente. Actúa impulsado por el narrador. Es descrito de afuera hacia adentro. Por lo general son personajes estereotipados, es decir que más o menos todos reaccionan de igual manera ante una misma circunstancia.


Narrativa actual

Narrador: Es limitado tanto como testigo o como protagonista. No lo sabe todo sino solo lo que (como pasaría con un ser humano de verdad) desde su perspectiva ve, siente, escucha y piensa. Presenta la realidad que le ha tocado vivir y una ruptura con esa realidad que pasa por la subjetividad de cada personaje. 
La historia no se termina con la última página sino que la historia propone una reflexión sobre el o los temas presentados.

Lector: Su participación durante la lectura de la obra es vital, completa. Es lector, autor, personaje y crítico. Tiene libertad para re-crear el mundo narrado de acuerdo a sus propias vivencias (interpretarlo y no darlo por hecho). Es parte del juego. Es un lector preparado, como parte de un todo, para entender, para decodificar la obra.

Trama: Introducción nudo y desenlace deben ser descubiertos y ordenados a la manera de un rompecabezas. Su estructura se asemeja un zigzag.

Personaje: Sabemos poco acerca de él, a veces ni siquiera su nombre ya que lo más importante es su retrato moral y psicológico que aparece fragmentado y por lo tanto, como lectores, debemos reconstruir. Se conduce mediante acciones y pensamientos que lo van mostrando de adentro hacia fuera

MANOS RAÍCES


MANOS RAÍCES
            Manos que se hacían raíces. Al penetrar y socavar la tierra inviolada  decidían sembrar futuros. Marcaban diez senderos para el origen vegetal y dejaban, sin delito alguno, sus huellas dactilares. Manos verdes que los demás veían sarmentosas. De ellas todo brotaba. Las manos de esa abuela campesina eran raíces esmeralda del alimento cotidiano. Si rebusco en el oscuro suelo terroso, percibo los surcos -latentes aún- y al dejar los míos, encuentro mi propia identidad. Mis raíces son esas manos.

Escritosdemiuniverso

Este blog es como ese universo que construyo día a día, con mis escritos y con los escritos de los demás para que nos enriquezcamos unos a otros. Siéntanse libres de publicar y comentar. Les ruego, sin embargo que lo hagan con el respeto y la cultura que distingue a un buen lector y escritor natural.



“Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído…”
Jorge Luis Borges



Escritura

Escritura
esa pluma que todos hubiéramos querido tener entre nuestros dedos