DESANDANDO VIDA
Nunca fue padre. Nunca se sometió al deseo ineludible. Nunca esperó con una novia el amanecer. Nunca sintió la urgencia de escribir un poema inspirado en una mirada única o en el profundo dolor de un rechazo. Nunca se graduó. Nunca confió sus secretos a nadie ni tampoco sus sueños. Nunca tuvo amigos ni compinches. Nunca jugó a la pelota ni a los videojuegos. Nunca lloró al lastimarse la rodilla o al ganarse un ojo morado después de una pelea. Nunca le sacaron fotografías para el álbum familiar. Nunca participó en un acto escolar. Nunca fue a pescar al río con su padre. Nunca, al circo con sus abuelos. Nunca lo llevaron a la calesita. Nunca hizo levantar a su madre de noche para acunarlo. Nunca tomó la teta.
Nunca hizo nada de lo que hace cualquiera: los que iban a ser sus padres nunca lo concibieron porque nunca llegaron a conocerse.