sábado, 30 de diciembre de 2017

DIVERSIÓN SIN PRECIO

            Entre las cuatro y las cinco de la tarde en la plaza, caíamos las dos al mismo tiempo y nos elevábamos también juntas. Las hamacas estaban bien niveladas. Nuestras risas estrepitosas e infantiles ocultaban cualquier diferencia entre dos nenas de siete años. Antes de que oscureciera, ya cansadas de hamacas, subibajas y tobogán, debíamos separarnos.
            Yo quería que la tarde de invierno nunca se acabara; ella lo mismo.
            Mi niñera de delantal bordado y resplandeciente, que leía bajo un árbol, se acercaba entonces al arenero, me sacudía la pollera escocesa tableada y me daba el chocolatín habitual.
            La hermana mayor de mi amiguita, que no tenía más de doce años, temblando de frío, con sandalias y los brazos al descubierto, venía corriendo de la frutería donde trabajaba, le sacudía la ropa gastada, le ponía su pulóver agujereado y unas zapatillas viejas sin cordones que se le salían al caminar.
            ¡Chau...! ¡Chau..!. ¡Hasta mañana! ¡No faltés!
            La niñera jamás me dejó compartir el chocolatín con mi amiga: ella nunca se enojó

viernes, 15 de diciembre de 2017

CÓDIGOS

            Le sirvió un mate dulce y espumoso. El gaucho Méndez no dijo nada, miró pa’arriba desinteresado. Sabía, como buen pampeano sureño el significado que tenía: la Rosario estaba muerta de amor por él. Pero el corazón del hombre pertenecía a otra. Cebó él y se quedó oteando las nubes negras que corrían hacia ellos como zainos desbocados.   Se viene la lluvia —dijo y le alcanzó el mate frío. La paisana supo que la rechazaba.

 —Ahora déme un amargo y váyase pa’dentro; no se me vaya 

a mojar ni de arriba ni de abajo… Yo ya me voy pa’l rancho; 

se está haciendo tarde y su hermano no llega.

            La paisana pa’rematar la conversación le dio un mate 

seco, dando por terminada la relación amorosa que en verdad,

nunca había empezado.

Escritosdemiuniverso

Este blog es como ese universo que construyo día a día, con mis escritos y con los escritos de los demás para que nos enriquezcamos unos a otros. Siéntanse libres de publicar y comentar. Les ruego, sin embargo que lo hagan con el respeto y la cultura que distingue a un buen lector y escritor natural.



“Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído…”
Jorge Luis Borges



Escritura

Escritura
esa pluma que todos hubiéramos querido tener entre nuestros dedos