Entrelíneas
y ornamentos
Detrás de la frontera está
escondido el enigma de las golondrinas.
Atravesar límites es casi un
riesgo de tacos altos en penumbra.
Desprovista de redes y
encendida entre dudas, puedo soltar mi lengua látigo atropellando tus mayúculas
inglesas.
Infiero que tu espejo juega
con mi rompecabezas.
Tu nombre sugiere un
sentimiento lacio.
Para dilatar la pausa del
encuentro, permanezco por elección en el refugio previo.
El sillón de pana verde y las
curiosas esculturas escuchando nuestro diálogo son mi deblilidad.
Mientras el reloj de arena
nos observa detenido, trazo mis ganas de ser acariciando tu piel con
gestos y palabras.
Sin cubrir mi espalda soy
capaz de hundirme en el deseo antes de volar.
SONIA ERREA
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Gracias por tu comentario. Lidia