Creo
que la felicidad se debía ver reflejada en nuestros rostros aquel
inolvidable martes pasado cuando paseábamos por el centro de París,
de ahí el comentario espontáneo de ese raro personaje, un hombre ya
maduro y de quizás de unos cincuenta años de edad, que al cruzar
por nuestro camino y al vernos exclamó: “La main dans la main….
C’est ça le bonheur!!!!” (Ir de la mano, eso es la felicidad!!)
Efectivamente,
volví a sentir un placer y una dicha como aquellos que en tantas
ocasiones he vivido contigo… placer y felicidad que tú me has dado
como nadie antes lo ha hecho…. y que quedan en la memoria como
momentos de los más felices, de los más intensos, de los más
gratos de la vida….
En
fin, momentos inolvidables….!!!
Todo
empezó a eso de las nueve de la mañana de ese día martes siete de
mayo, después de una cena y de una noche terribles. Desperté antes
que tú y sentía el corazón pesado, sentía angustia y también una
opresión que solo se podía traducir en dolor…. Y qué dolor! Me
negaba a creerlo, quería intentar hacer todo lo que fuese necesario
para que no nos separásemos de nuevo, y esta vez sin posibilidades
de volvernos a ver….
No
pude dejar de preguntar lo que tú sentías… de nuevo se inició el
diálogo…. hasta que por fin llegaron aquellas palabras que
renovaban el proceso del amor, palabras mágicas, encantadoras,
inolvidables que salieron de tus labios anunciando el fin de la
angustia, de la tristeza, del malestar en el corazón y en todo el
cuerpo. Fue algo así como “on fait l’amour ou on va prendre le
petit déjeuner d’abord? (“hacemos el amor o tomamos primero el
desayuno?”) Creo que solo a una francesa podría ocurrírsele decir
tal cosa...
Sentí
como si me hubieses tomado de la mano para hacerme pasar del infierno
al paraíso….
Fue
algo muy hermoso poder volver a recorrer la piel suave de tu espalda
y de tus hombros, aproximarme a tu cintura, recorrer tu vientre y
rodear tus hermosas caderas desnudas para poder así alcanzar tus
piernas…. Pero tu sexo parecía reclamar mis manos y cuando llegué
a él ya pude sentir de nuevo el deseo que expresaba…. Se había
humedecido rápidamente y parecía que la adorada inundación no se
encontraba lejos…. Pude humedecer mis dedos en tu vagina y
penetrarla como no lo había podido hacer durante todos esos meses
transcurridos en la lejanía.
Qué
delicia, qué hermosura, qué belleza…
Fui
sintiendo poco a poco como tu excitación crecía como lo denunciaban
tus vibraciones, siempre tan sensuales, que se transmitían a mis
manos y a todo mi cuerpo, hasta que llegó el momento en el que tus
nalgas y tu sexo buscaban el mio…. Sin decir una sola palabra, solo
con los movimientos ondulatorios de tus caderas, me pedías que te
penetrase, que te hiciese mía una vez más….
Y
volviste a ser mia…., volviste a ser mi amor, mi alma, mi vida
toda….
Trampa
peligrosa, incluso para el que ha caído en ella un sinnúmero de
veces… Si bien se dice que es el hombre el que posee a la mujer, en
nuestro caso, al final, el efecto resulta exactamente al revés….
Aunque yo sea el que penetra tu cuerpo eres tú la que penetra por
cada poro de la piel, eres tú la que se instala en mi mente, en mi
imaginación, en todos mis sentimientos…. No respetas ni siquiera
mis sueños más profundos, apareces en todos ellos como si no te
bastase encontrarte en mi mente durante el día… y todos los días….
Te
encontrabas completamente desnuda, habías tomado un baño unos
momentos antes y tu piel aun respiraba ese aroma de frescura, de
pulcritud que te hacía aun más deseable….
Cuando
te encuentras desnuda es cuando más me gustas, cuando más siento
que te amo, cuando más siento ese deseo irreprimible de verte, de
tocarte, de recorrerte con ojos, manos, boca…. cuando más siento
que estoy completa y profundamente enamorado de ti….
Y
estabas tan desnuda….
No
solo tu cuerpo se mostraba ante mi con toda tu belleza, me mostrabas
también tu alma encantadora, tus sentimientos, tus emociones, tus
deseos….
Estabas
tan bonita… y tan desnuda!!
Nos
volvimos a besar como hacía tanto tiempo no lo hacíamos, besos de
enamorados, besos que comparten labios, boca, lengua… besos que
comparten el alma….
Contigo
las ocasiones han sido tantas y tantas en las que siento que el
corazón me va a estallar de alegría, de energía contenida, de
felicidad, que solo han podido traer como resultado que te siga
amando, que siga enamorado de ti, de mi Isabelle, de mi mujer, de mi
amor, de mi diosa del amor, de mi Venus…. de “mon bien…”
Después
vino un masaje con el que mis manos volvieron a recorrer tu adorable
espalda, tu cintura, tus caderas…. El ritual se repetía y cuando
te recorría sentía de nuevo que la excitación crecía y que te
deseaba una vez más, quería renovar ese amor que solo se
experimenta una vez en la vida…. Me coloqué encima de ti y esta
vez mi sexo buscó el tuyo…. Te penetré nuevamente y esta vez
sentí que también estaba siendo esperado… y deseado…
Volvimos
a recordar tu posición favorita cuando hacemos el amor y esta vez
fue el éxtasis…
Sentí
como si una corriente eléctrica fuese entrando por mi cuerpo y fuese
llegando hasta las células situadas hasta los puntos más
remotos…desde el cabello hasta los pies sentí ese orgasmo
magnífico, único, hermosísimo… inolvidable!!!
Mientras
que volvía a descubrir el dulce sabor de tus labios, la
transparencia de tu mirada y los movimientos sensuales de tus caderas
y de todo tu cuerpo, pasaron por mi mente en un solo instante escenas
de todos esos sitios en donde hemos hecho el amor hasta alcanzar el
placer infinito....
Tantos
lugares que me han visto con mi Isabelle… “la main dans la main…”
Podría
ahora decir, parafraseando a Víctor Hugo que cuando estoy triste y
sin ti, tengo 80 años, cuando me siento feliz, como ahora lo estoy,
tengo 22!
Hay temas interesantes en este blog, bueno en realidad no sé si Don Quijote sea la primera novela moderna , me parece que como novela propiamente dicha la primera novela es Mdame Bobary de Flauvert en fin .. , saludos
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