UNO MÁS UNO, UNO
Como es la primera vez que venimos, lo vamos a poner al tanto. No sabemos cuándo y si alguna vez nos conocimos. Todos los recuerdos son nuestros recuerdos, los olvidos, también. Sabernos juntos: eso es lo bueno. Los demás no comprenden esta relación; les causa gracia que estornudemos a un tiempo o vayamos al baño en el mismo momento de la cena de los sábados.
Por suerte para ambos y desgracia de su bolsillo, una sola historia clínica alcanza, lo mismo que un correo electrónico: no nos interesa quién figura primero antes del @. Nos sentamos uno sobre otro frente a la computadora, escuchamos el mp3 con un audífono cada uno, mantenemos una cuenta de ahorro conjunta, dormimos y usted sabe…uno arriba del otro en la cama, nos enjabonamos uno al otro bajo la ducha, compartimos el jacuzzi. Trabajamos,
vamos a bailar, nos ocupamos de la casa, y un teléfono inalámbrico con dos auriculares nos permite hablar al unísono, igual que cuando cantamos. Comemos de la misma fuente y usamos inodoros, bidettes y lavatorios dobles en el baño. ¡Y… si no!
¿Y por qué se le ocurre que tendríamos que hacer algo por separado? No hace falta. Así nos sentimos completos. Nos amamos. Estar unidos es LA felicidad para nosotros. En el caso de que alguien nos sugiriera que intentásemos desarmar esto que tenemos, nos moriríamos. Es como un nudo, ¿vio? Y nos gusta estar así. Enlazados.
El nudo (de amor o de apriete) estuvo a punto de desatarse cuando el médico que escuchaba con pasmosa curiosidad al dúo, dijo:
—“Señora, lo lamento mucho pero usted está embarazada”.
Por primera vez deberían separar las historias clínicas. No lo dudaron ni un instante:
—“¿Cuándo puede hacernos el aborto, doctor? Decididamente no admitimos un tercero incluido.
Como es la primera vez que venimos, lo vamos a poner al tanto. No sabemos cuándo y si alguna vez nos conocimos. Todos los recuerdos son nuestros recuerdos, los olvidos, también. Sabernos juntos: eso es lo bueno. Los demás no comprenden esta relación; les causa gracia que estornudemos a un tiempo o vayamos al baño en el mismo momento de la cena de los sábados.
Por suerte para ambos y desgracia de su bolsillo, una sola historia clínica alcanza, lo mismo que un correo electrónico: no nos interesa quién figura primero antes del @. Nos sentamos uno sobre otro frente a la computadora, escuchamos el mp3 con un audífono cada uno, mantenemos una cuenta de ahorro conjunta, dormimos y usted sabe…uno arriba del otro en la cama, nos enjabonamos uno al otro bajo la ducha, compartimos el jacuzzi. Trabajamos,
vamos a bailar, nos ocupamos de la casa, y un teléfono inalámbrico con dos auriculares nos permite hablar al unísono, igual que cuando cantamos. Comemos de la misma fuente y usamos inodoros, bidettes y lavatorios dobles en el baño. ¡Y… si no!
¿Y por qué se le ocurre que tendríamos que hacer algo por separado? No hace falta. Así nos sentimos completos. Nos amamos. Estar unidos es LA felicidad para nosotros. En el caso de que alguien nos sugiriera que intentásemos desarmar esto que tenemos, nos moriríamos. Es como un nudo, ¿vio? Y nos gusta estar así. Enlazados.
El nudo (de amor o de apriete) estuvo a punto de desatarse cuando el médico que escuchaba con pasmosa curiosidad al dúo, dijo:
—“Señora, lo lamento mucho pero usted está embarazada”.
Por primera vez deberían separar las historias clínicas. No lo dudaron ni un instante:
—“¿Cuándo puede hacernos el aborto, doctor? Decididamente no admitimos un tercero incluido.
Lidia,¿cómo estás? sinceramente no se nada de literatura, siempre me gustó escribir,pero nunca lo pude hacer, y para criticar, no tengo mucha capacidad, pero debo decirte que me gustó mucho esta entrada!!
ResponderEliminarSoy lulitaa_cba , encontré ésta página en el foro de psicofxp.