FANTASMAS EN EL BARRIO
Brandsen y México. Sábado 23 horas. Sobre el pasto que acompaña
silencioso la pequeña vereda, dos fantasmas se dan cita. Entrecruzan sus
prendas sutiles y cuentan historias sin tiempo. Les gusta esa esquina. Conocen
los pinceles y la música que atraviesa las cortinas de la casa en ochava. Se
sienten recibidos. Mueven sus amarillos y sepias siempre nuevos al son de los
sueños murmurados. Escuchan las imágenes y huelen amorosos los sonidos de
poemas ya fríos. Ellos saben que su llegada alegra las paredes y calienta el
colchón. Se entrelazan sensuales como cuando tenían cuerpo de mujer y de
hombre. Mientras bailan, el que la habita abre la puerta, sale y descansa en el
verde. No los ve pero percibe la brisa adormilada. Esas figuras que fueron felices
le colman el aire sin medida. A las 0 horas entra sonriendo y cierra la puerta.
Durante la semana que tiene por delante mantendrá el pasto cortito para que los
fantasmas encuentren fácilmente su hogar en el barrio Villa Primera.
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Gracias por tu comentario. Lidia