A una castaña de
Cajú
No te nombro
percibo tu fértil semilla
a punto de prodigarse
irrepetible
en cualquier instante
Tu singularidad me
habla
de compartir
lo encerrado
Sé que debo romper
tu coraza áspera
para conocer un interior
dulce y liso
Pero dura y blanda
rugosa y suave
siempre única
como yo
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Gracias por tu comentario. Lidia