sábado, 29 de noviembre de 2014

de mi libro ESA OBSTINADA COSTUMBRE DE MORIR

ACECHADA
La mirada del Cristo que me sigue de un lado al otro de la habitación se clava en mi nuca como un estilete. El cuadro, única herencia de un tío que perteneció a la Acción Católica, llegó a mis manos hace una semana, acompañado de una esquela:
CRISTO TE OBSERVA AUNQUE NO CREAS EN ÉL.
                               Y TE PERDONA.
Lo apoyé en la chimenea del living, demostrando cierto respeto hacia un ser muy querido.  
Ayer me levanté y, sin vestirme, fui a la cocina a desayunar; todavía estaba con los ojos entrecerrados. Antes de cruzar la puerta vaivén me detuve en seco. Esa mirada había bajado de la nuca hasta mi trasero. No pude soportarlo. Me saqué una chinela y se la tiré. Tambaleó.
Hoy al despertar elaboré una estrategia: imitando a un reptil, iba a  arrastrarme sobre el plastificado por delante del hogar.
A mitad de camino sentí el cansancio del pucho y me recosté boca arriba. Por alguna razón misteriosa el cuadro, que había caído hacia adelante, sobresalía lo suficiente como para que los malditos ojos se clavaran en mis pezones.
Me pregunto qué habrá querido decir el tío Raúl. Ese Cristo, de verdad me observa, pero todavía  no sé qué debe perdonarme. Tal vez que tengo pensado dibujarle anteojos oscuros con carbonilla. Si no resulta, con todo el pesar de mi alma no creyente, ¡voy a tirarlo, tío!
Ya bastante tengo con los ojos de mi marido que están en cloroformo en el frasco de vidrio sobre la mesita de luz. El cuerpo enterrado en el jardín no molesta.



martes, 25 de noviembre de 2014

Un cuento de mi libro ESA OBSTINADA COSTUMBRE DE MORIR

DEBUT Y DESPEDIDA
Mientras César escucha un bolero gris que habla de amores infames, sale de la ducha, se cepilla los dientes y piensa. Hoy formará parte del jurado en un caso de homicidio múltiple. Es su primera vez, su debut. Se juzga importante como cola de pavo real desplegada: la vida de ese hombre depende de él. Y su mujer le dijo que está orgullosa.
Anoche ella le preparó su traje, la mejor camisa, su única corbata, las medias; no olvidó lustrar los zapatos. Él piensa que, como siempre, tiene todo bajo control. Si supiera…
El caso está impregnado de misterio y locura: el acusado en cuestión (al que considera inocente hasta que le prueben lo contrario) parece haber matado a su esposa, su suegra, sus tres hijas e intentó suicidarse bebiendo una botella de litro de detergente concentrado. Obviamente no lo logró porque hoy estará en el banquillo.
César, jurado novel frente a este caso tan complejo, está decidido a ser absolutamente imparcial y objetivo, aunque bien sabe que él mismo ha evadido serias responsabilidades: salvó  su pellejo varias veces después de matar las indeseables mascotas de sus vecinos, decidió acelerar la muerte de su padre iracundo con cloruro de potasio y dejó sin vida a la última prostituta con la que estuvo.
Antes de vestirse toma la afeitadora…  ¡rota! Se pregunta por qué el mundo está en su contra, por qué nada es perfecto, por qué todo es al fin y al cabo una porquería… Se mira en el espejo y la barba crecida le parece sucia, desprolija. No puede concurrir así al Tribunal. La ira lo empantana. Saca el revólver de la cómoda y pone una almohada sobre la cabeza de su mujer dormida, que se agita al tratar de liberarse: no hace a tiempo. Suena el disparo junto con la recriminación: “¡¡¡Te dije que quiero tener siempre mi afeitadora nueva y  lista!!!”
Minutos después se escucha la sirena policial.
Lamenta que hoy no tendrá el honor de juzgar al homicida múltiple.
Muy pronto él será el acusado.



miércoles, 19 de noviembre de 2014

ESA OBSTINADA COSTUMBRE DE MORIR

adelanto el PRÓLOGO que por rarezas que hago va en la contratapa:

Nadie muere de muerte natural. Se muere de soledad, traición, sufrimiento físico, cansancio, vejez, crimen, suicidio, eutanasia, hasta por silla eléctrica.
Parece algo remoto, pero se va acelerando con sigilo hacia la quietud, el silencio, el tiempo suspendido: hasta terminar desnudos como al nacer.
No conozco demasiadas cosas que ofrezcan una seguridad absoluta; salvo la muerte.
Al final todos somos víctimas: de nosotros mismos, de un asesino, de una enfermedad, de un accidente. Pero nada en la vida nos prepara para ese instante.
Sea como sea, tenga quien tenga el control, no hay por el momento más salida ni escapatoria.
Este conjunto de relatos no pretende ser un catálogo de las maneras en que las personas mueren. Tal cosa sería inalcanzable ya que cada uno termina a su modo, solitario e irrepetible. Son sólo algunas formas de convertirse en víctima.
Soy una escritora cínica, escéptica e irónica para la cual la muerte es la única certeza. No me acostumbro aunque sé que es fatal y necesaria. La gente debe morir. Pero los seres humanos siempre se las ingenian para ponerle algún significado a este absurdo que es la vida.
Al morir, dejamos gran cantidad de sobrevivientes que tras el llanto, esconden una sensación de alivio que es egoístamente humana e inevitable. Devienen  la resignación, el recuerdo y por fin el olvido.
Somos hijos de una interminable lista de muertos. Y por más que queramos con nuestra memoria arañar algo de esa infinitud tan deseada, al fin todo termina, todos terminamos.

Vivos o muertos somos menos que una mota de polvo, que una chispa de fuego en el universo.

jueves, 13 de noviembre de 2014

martes, 11 de noviembre de 2014

ESA OBSTINADA COSTUMBRE DE MORIR Presentación

Rodeada de amigos, escritores, lectores que recorrían la Feria del Libro de Mar del Plata Puerto de Lectura, disfruté como nunca de la presentación de mi libro. Presentación que hizo con mucho conocimiento, seriedad y humor el escritor, dramaturgo, actor y director de teatro, mi amigo Felix Bello. Como si fuera poco, la escritora Guillermina Sanchez Magariños comentó con mucho humor también la tarea conjunta de corregir afiladamente los textos, tarea que nos llevó casi un año. Yo leí el prólogo donde fundamento, creo, el porqué del título y del tema que circula por toda la obra: la muerte. Después Guillermina leyó uno de los cuentos y cuando ya dábamos por terminado el evento, el público pidió que se leyera otro cuento más, al que había hecho referencia Félix. Y todo fue con naturalidad, alegría y agradecimiento de mi parte a quienes hicieron posible este proyecto, este sueño; especialmente a mi amigo y editor Gustavo Fogel (que presentó a continuación su propio libro La Carabina de Dios)  Un placer para los que tanto trabajamos con nuestra imaginación, nuestro esfuerzo y nuestro meticuloso trabajo de corrección,a mi modo de ver la parte más deliciosa aunque ardua de la creación. Gracias a todos.




martes, 4 de noviembre de 2014


El 8 de Noviembre a las 18 hs. en la sala CRONOPIOS de la Feria del Libro de Mar del Plata 

presentaré mi nuevo libro, fruto de un año de imaginación, escritura, corrección y esfuerzo. 
   ESA OBSTINADA COSTUMBRE DE MORIR



Cuentos en que se mezcla el suspenso con el género negro. 
Me gustaría que compartieras conmigo este evento tan importante para mi.
Agendalo por favor. Te espero. 
(Plaza Mitre, Avda. Colón y Mitre)

Escritosdemiuniverso

Este blog es como ese universo que construyo día a día, con mis escritos y con los escritos de los demás para que nos enriquezcamos unos a otros. Siéntanse libres de publicar y comentar. Les ruego, sin embargo que lo hagan con el respeto y la cultura que distingue a un buen lector y escritor natural.



“Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído…”
Jorge Luis Borges



Escritura

Escritura
esa pluma que todos hubiéramos querido tener entre nuestros dedos